Ejemplos de bienes libres
Si alguna vez te preguntaste qué elementos o servicios se nuclean dentro del conjunto de los denominados bienes libres, este artículo te resultará útil para resolver dudas y ampliar tus conocimientos acerca de las distintas clases de bienes existentes.
La teoría indica que un bien libre es aquel que no es propiedad de nadie y que, sin embargo, todos podemos disfrutar y aprovechar para cubrir nuestras necesidades específicas, incluso sin tener que pagar por ellos.
A diferencia de los bienes económicos y los bienes comunes, los bienes libres no están regulados en el ámbito legal, no tienen precio ni dueño (razón por la cual no se pueden transferir ni comercializar), así como tampoco surgen de actividades productivas o lucrativas y se los halla en la naturaleza de modo ilimitado.
Son parte de este grupo el aire y la luz del sol (a nuestra disposición todo el tiempo, sin restricciones ni impedimentos), además del viento, aunque en este último caso es interesante marcar una diferencia: no es un bien libre el provecho que se saca de la energía eólica destinada a la producción de electricidad.
En relación al agua, hay posturas encontradas: algunos señalan que sí se trata de un bien libre porque todos podemos hacer uso de agua de río o de mar y disponer de esas corrientes sin necesidad de pagar por ellas. Otros, en cambio, recuerdan que se trata de un recurso natural con limitaciones que exige un uso a conciencia y gestiones sostenibles para seguir siendo un recurso renovable.