Ejemplos de bisección
Los expertos en geometría suelen destinar el término ‘bisección’ a la acción y el efecto de bisecar, es decir, de dividir en dos partes iguales algo que, por lo general, es un ángulo.
En Matemática, el método de bisección está basado en un algoritmo de búsqueda de raíces que consiste en dividir a la mitad el intervalo y trabajar con el subintervalo que posee la raíz.
Para llevar a cabo este proceso, se suelen tomar dos valores como referencia y, a partir de ellos, se calculan la media de ambos y, una vez hecho esto, se determina ese intervalo hasta lograr achicar al máximo posible la cifra y conseguir así una raíz precisa.
Más allá del método descripto líneas arriba, hay que tener en cuenta que la bisección permite dividir de forma geométrica una línea (con ayuda de un compás) y bisectar toda clase de ángulos para tener idea de perspectivas y longitudes, entre otras cuestiones que requieren exactitud.
Si uno desea, por ejemplo, poner un cerco en el jardín y reservar la mitad del marco para instalar allí la puerta de entrada, una alternativa es valerse del recurso de la bisección, una alternativa que también resulta útil para otros proyectos que impliquen cálculos en relación a objetos con cualquier tipo de ángulos.