Ejemplos de bondad
La bondad es aquella cualidad de bueno y la inclinación natural para sembrar el bien y desarrollar acciones positivas y/o amables respecto al entorno.
La bondad (término derivado del latín bonĭtas) hace que el ser humano se vuelva generoso, se ocupe de los demás, se comprometa con causas nobles y trate de demostrar en concreto el amor que siente y tiene para ofrecer.
La Madre Teresa de Calcuta, por haber puesto gran parte de su vida al servicio de pobres, huérfanos y enfermos, o San Francisco de Asís por su estilo de vida austero y simple con el que intentaba contagiar un espíritu de desprendimiento material y su devoción hacia los animales por ser criaturas de Dios, son dos ejemplos claros del ejercicio de la bondad. También el Papa Benedicto XVI hizo en una oportunidad referencia a la bondad divina al señalar que “recordar la bondad de Dios fortalece la esperanza”.
Claro que la bondad no sólo se practica en un ámbito religioso o es una condición exclusiva que sólo llevan a cabo unos pocos: cualquier persona común, si encara proyectos solidarios y disparados por buenas intenciones, puede ser evidencia de bondad.
En otros contextos, además, el vocablo se utiliza como sinónimo de amabilidad o cualidad, tal como ocurre por ejemplo con expresiones como “Se organizó una exposición para difundir las bondades del vino”, “Eres pura bondad: gracias por este gesto de grandeza que has tenido conmigo” o “Mi hermana tuvo la bondad de prestarme el dinero que necesitaba para saldar la deuda”.