Ejemplos de bovinos
El concepto de bovino (del latín bovīnus) se asocia en primer lugar al toro o a la vaca pero, en general, el término aglutina a todos los mamíferos rumiantes de gran tamaño que poseen el estuche de los cuernos liso, el hocico ancho y la cola alargada con un mechón en el extremo. Muchos de ellos, dice la definición, están domesticados.
La familia de los bovinos posee integrantes de distintos géneros, entre los cuales se pueden mencionar a varias clases de bisontes, a los bueyes y a los búfalos, por citar a los bovinos más fáciles de reconocer por el común de la gente.
Claro que este clan es mucho más numeroso y se compone de animales menos populares a escala internacional, tal como ocurre por ejemplo con el antílope de cuatro cuernos (habitante de climas templados que abunda en zonas boscosas de India y Nepal, se alimenta de frutos y hierbas y es depredado por tigres, lobos y leopardos), el bongo (especie de antílope que se halla en las selvas de África que suele vivir en parejas o constituir grupos de varias hembras y sus crías), el sitatunga (mamífero artiodáctilo de hábitos solitarios que suele vivir en áreas pantanosas) y los miembros del ya extinto género Pelorovis.
En este listado inspirado en el universo bovino también se puede agregar al saola, una criatura descubierta por expertos en la década del 90 que se localiza en las montañas de Vietnam y Laos. En la actualidad, estos animales de cuernos largos y un peso cercano a los noventa kilogramos corre un serio peligro de extinción.