Ejemplos de brainstorming
Se conoce como brainstorming (concepto que, en español, se interpreta como tormenta, torbellino o lluvia de ideas) al recurso que, en el marco de un grupo de trabajo, permite poner en común opiniones, propuestas, sugerencias y soluciones para un cierto problema.
A través de esta técnica se estimula la creatividad con el fin de hallar caminos originales para la resolución de un desafío, el desarrollo de un producto o para darle impulso a una iniciativa novedosa.
Por ejemplo: Una maestra a cargo de un grupo de alumnos de la escuela primaria invita a los estudiantes a realizar un brainstorming para que ellos mismos encuentren una manera efectiva y original para llevar a cabo una acción solidaria. En este marco comienza a anotar en la pizarra cada idea del grupo: juntar alimentos para donar a un comedor infantil, llevar ropa a una iglesia, apadrinar un colegio rural… Las alternativas comienzan a acumularse hasta que, por decisión de la mayoría, se elige el proyecto de armar ellos mismos una obra de teatro para poder vender entradas y donar el dinero que se recaude a una institución que lo necesite.
Por desafiar los límites y dar libertad, el brainstorming es un método muy valioso en todos los ámbitos. En una empresa, por señalar otro caso, esta técnica impulsa a encontrar en distintos ámbitos opciones nuevas para mejorar un producto o servicio, modernizar sus marcas, etc. En una firma especializada en entretenimiento infantil, por describir una posibilidad, el brainstorming puede abrir la puerta al desafío de trabajar para cautivar a un segmento de mercado que privilegia el respeto por el medio ambiente y defiende la ecología. En esta lluvia de ideas, seguramente aparezcan como alternativas el desarrollo de juguetes con materiales reciclados; la elaboración de juegos educativos cuyas piezas, con el tiempo, puedan ser reutilizadas como adornos; el lanzamiento de un tutorial que enseñe a hacer muñecos con ropa vieja, etc.