Ejemplos de cadenas de energía
La expresión “cadena de energía” puede interpretarse de múltiples modos y aplicarse, por lo tanto, en numerosas situaciones.
Quienes tienen fe y consideran que los pensamientos positivos, los rezos y todo aquello que surja de una buena intención genera resultados favorables, por ejemplo, suelen organizar “cadenas de energía” para transmitirle a alguien que lo necesita fortaleza, buena onda y sanación. Por describir una situación hipotética a modo orientativo: alguien, enterado del grave estado de salud de un niño, puede organizar a través de las redes sociales una “cadena virtual de energía” para unir fuerzas entre sus contactos (amigos, familiares, etc) y hacerle llegar por medio de rezos y pensamientos positivos colectivos fortaleza y acompañamiento espiritual.
Distinto es el caso de la “cadena de energía” entendida como un sistema logrado a partir de la intervención de numerosos actores que permiten hacer llegar la electricidad a los hogares. En este marco, adquiere relevancia un proceso que se inicia con la generación de energía eléctrica, continúa con la etapa de distribución, sigue con la fase de la comercialización del servicio y concluye con el consumo que cada cliente realiza a diario. Así, entonces, para completar la cadena de energía eléctrica se requiere el funcionamiento de una central, la transmisión desde esa base hasta cada receptor que distribuye la energía por cada territorio para lograr que llegue hasta cada instalación individual (es decir, al consumidor final).
Asimismo, se puede hacer alusión a la cadena de energía cuando se logra una sucesión combinada de elementos que permiten acceder a varias modalidades de energía. Por ejemplo: el viento, al ser aprovechado, brinda la posibilidad de disponer de energía eólica y esta energía sirve para generar electricidad.