Ejemplos de café literario
Si la llamada “sopa de letras” se compone de un caldo y fideos que recrean los caracteres que forman parte del abecedario… ¿un café literario es una infusión a base de libros? No. Se trata de un lugar especialmente acondicionado para generar un espacio de placer y comodidad que resulte propicio para la lectura, el intercambio de ideas sobre una obra, los debates y toda manifestación cultural que enriquezca a los amantes de las letras.
En 1905, por ejemplo, se inauguró en la ciudad española de Salamanca el Café Novelty. Por este café literario, un rincón de tertulias y una intensa vida social, han pasado intelectuales como Gonzalo Torrente Ballester, Miguel de Unamuno y Francisco Umbral, por mencionar algunos a modo de referencia.
De visitar Santiago de Chile, en cambio, es posible pasar buenos momentos en la librería y café literario Mosqueto, ubicado en el barrio Lastarria. En suelo argentino, por otra parte, funciona el exclusivo Café Literario de Hyatt, llamado así por ser una iniciativa de impulso literario que lleva adelante el Park Hyatt Mendoza Hotel, Casino & Spa para promover el acercamiento a los libros en un entorno centrado en el arte y la degustación de café.
Por otra parte, es interesante resaltar que en distintos ámbitos se organizan cafés literarios para propiciar las reuniones con objetivos culturales. Así, entonces, se pueden llegar a encontrar cafés literarios de duración determinada en instituciones académicas, bibliotecas, centros culturales, etc. En ocasiones, esos lugares son visitados por escritores dispuestos a dar detalles de sus publicaciones y a debatir o intercambiar opiniones con los lectores.