Ejemplos de cálculo mental
Cuando uno aprende a contar y adquiere los conocimientos necesarios para realizar operaciones aritméticas como la suma, la resta, la división y/o la multiplicación está en condiciones de realizar cálculos mentales. Estas cuentas se realizan empleando simplemente el cerebro, es decir, sin apelar al uso de una calculadora ni de un lápiz para plasmarlas sobre un papel.
Una vez que se ejercita la mente con estos desafíos matemáticos es posible resolver cálculos complejos, como pueden ser aquellos de tres cifras. Para principiantes, nada mejor que comenzar tratando de resolver cuentas básicas como, por ejemplo, diez más cinco, que da como resultado quince.
Los cálculos mentales también sirven para ganar tiempo (y ahorrar dinero) al momento de realizar compras. Por proponer una situación: la madre de tres niños quiere que cada uno de sus hijos consuma, al menos, una fruta por día. Por eso, al ir al mercado con intenciones de adquirir alimentos para toda la semana, calcula mentalmente cuántas manzanas necesitará para los próximos siete días. Así llega a la conclusión de que debe comprar 21 unidades. El cálculo mental que le permite hacer esta deducción es: 3 (por el número total de frutas que se consumirán a diario) x 7 (cantidad de días previstos) = 21 (cantidad necesaria para satisfacer la necesidad).
Saber cuánto nos tienen que devolver al pagar en un local tras efectuar una compra también es una información que podemos obtener con un simple cálculo mental. Si, por describir un caso, gastamos cuarenta pesos y pagamos con un billete de cien pesos, nos tienen que devolver sesenta pesos: 100 – 40 = 60 sería la fórmula para arribar a ese resultado.