Ejemplos de calidad de vida
Mucho se habla, en diferentes momentos y contextos, de la calidad de vida. Ahora bien, ¿de qué hablamos, específicamente, cuando mencionamos esa expresión?
De la teoría se desprende que esa frase engloba a diversas condiciones que garantizan un cierto bienestar a la hora de desarrollarnos y subsistir. Cuando alguno de esos medios contemplados escasea o no está a disposición, entonces la calidad de vida disminuye o se ve seriamente amenazada.
Una buena calidad de vida se consigue, en primer lugar, consiguiendo una salud óptima. Con esa base, podemos avanzar con una educación sólida que nos deje en condiciones de acceder a un empleo o puesto de categoría. Cuando se conjugan un estado físico y mental fuerte, conocimientos, trabajo y dinero (indispensable para acceder a oportunidades de progreso) entonces se disfruta de una buena calidad de vida.
Por el contrario, las deficiencias económicas y las situaciones sociales que dejan a uno o más individuos en condiciones de vulnerabilidad, sin acceso a servicios básicos en hogares donde hay carencias de todo tipo son factores que derivan en una mala calidad de vida.
Hay quienes, además, buscan mejorar su calidad de vida por medio de procedimientos, técnicas y hábitos que los relajan y los ayuda a nivel físico, mental y/o espiritual. El yoga, la meditación y los deportes, en este marco, son actividades que gozan de gran popularidad entre la gente que aspira a conseguir mayor bienestar.
También se alude a esta expresión en el campo médico, ya que los profesionales de la salud deben proporcionar a sus pacientes tratamientos que mejoren su calidad de vida y que, en casos terminales, puedan garantizar para los últimos momentos una calidad de vida digna.