Ejemplos de cambios de estado
Los expertos en Química y en Física emplean conceptos específicos y explicaciones complejas a la hora de analizar y trabajar con los cambios de estado de un material. Pero todos estamos en condiciones de comprender estas transformaciones sin necesidad de tener conocimientos científicos avanzados: prestar atención a cuestiones de la vida cotidiana es fundamental para entender qué es y cómo se produce un cambio de estado en la materia.
Si, por proponer una alternativa, tomamos de la nevera (heladera) un cubo de hielo y lo dejamos a temperatura ambiente, de a poco se derretirá y, por lo tanto, dejará de ser sólido para transformarse en líquido. En este caso, se evidencia un cambio de estado de sólido a líquido. Cuando es al revés y el agua se introduce en el congelador, al momento de generarse el hielo se obtendrá un cambio de estado de líquido a sólido.
Algo similar ocurre si calentamos un poco de manteca: por acción del calor, dejará de tener apariencia sólida para derretirse y, por lo tanto, modificar su estado. Un helado derretido también es evidencia de un cambio de estado ya que se trata de un producto que se ofrece inicialmente con textura sólida, lo mismo que el chocolate fundido, logrado a partir del calentamiento de una tableta sólida.
Por otra parte, podemos observar cambios de estado de líquido a gaseoso cuando hacemos hervir agua en una olla (por ejemplo para cocinar fideos). Si dejamos que la acción del fuego (calor) se prolongue demasiado, notaremos que el agua se evaporará por completo.