Ejemplos de capilaridad
En el campo de la Física se define como capilaridad al fenómeno que se caracteriza por la variación de niveles de un líquido de acuerdo a su contacto, o no, con un material en estado sólido.
Este proceso explica, por ejemplo, cómo logran las plantas absorber agua del suelo y distribuirla hasta las hojas (es decir, generar un mecanismo de ascenso para el líquido) sin que esto le represente al vegetal una inversión de energía para dominar la gravedad.
Para que quede más claro este fenómeno, proponemos un experimento que cualquier persona puede realizar en su hogar con elementos de uso cotidiano (en caso de tratarse de niños de corta edad, se recomienda la compañía de un adulto no sólo para supervisar la actividad y evitar riesgos sino también para enriquecerla con datos).
Un par de vasos (en lo posible, transparentes para observar de manera directa el fenómeno), un papel absorbente (esos que se suelen utilizar a diario en el ámbito de la cocina) y un poco de agua serán suficientes para comprender cómo es y en qué consiste la capilaridad. Basta con llenar con agua (aproximadamente hasta la mitad) uno de los vasos, retorcer el papel sin llegar a romperlo e introducir una de sus extremidades en el vaso con agua (controlando que toque el fondo). El otro extremo debe llegar al fondo del vaso vacío. Una vez completado este proceso, sólo resta esperar: con las horas, gracias a la capilaridad el agua comenzará a pasar de un recipiente a otro…