Ejemplos de cierre de ventas
Una operación comercial que involucra a un vendedor y a un comprador se considera exitosa cuando se produce el cierre de la venta. Es decir, cuando se completa de manera satisfactoria el negocio.
Para lograr cerrar una venta se necesita carisma, algo de técnica, experiencia, picardía y tácticas creativas que logren convencer al cliente de concretar la compra.
Conocer a la persona a la cual deseamos venderle algo, tratar de generar empatía, complicidad y confianza con ella, proporcionarle seguridad para que tome la decisión que pretendemos y mentalizarla sobre las ventajas o beneficios de la compra son estrategias que conducen a un cierre de ventas.
Por describir un caso hipotético que permita comprender cómo se organiza y desarrolla un cierre de ventas:
Una mujer ingresa a una tienda infantil en busca de alguna camiseta o vestido pequeño para su sobrina, una niña de dos años de edad. No desea gastar demasiado dinero ni está segura de qué producto adquirir pero sí busca llevarse un lindo obsequio que, llegado el caso, se pueda cambiar por talle, color o prenda.
La vendedora la recibe con una sonrisa, le pregunta cómo puede ayudarla y presta atención a los comentarios de la clienta. Le muestra entonces opciones económicas y, al ver que la señora no se muestra muy convencida, con disimulo propone un conjunto de abrigo, sombrero y calcetines de excelente calidad que, le dice, “está en promoción”.
De inmediato hace lucir sobre el mostrador las tres piezas, elogiando la suavidad y la belleza del diseño haciendo parte a la consumidora. “Con este conjunto su sobrina va a quedar hecha una muñeca, ¿no cree?”, “Está a muy buen precio y va a llevarle un regalo más importante que si elige un único vestido, ¿le gusta este color o prefiere que le muestre otros para ver cuál le parece mejor?”, “Yo le llevaría este conjunto… Igual quédese tranquila que se puede cambiar por otra cosa”, son parte de las frases que pronuncia para llevar a la persona al resultado buscado: el cierre de la venta, es decir, lograr que la señora compre el producto que más la satisfaga y salga de la tienda conforme y contenta para asegurarse de esta manera que, en un futuro, regrese a comprar allí.