Ejemplos de clasificación
El acto y consecuencia de clasificar, es decir, de ordenar o lograr una determinada posición (por ejemplo, en una competencia), se conoce como clasificación.
Estos procedimientos que se aplican en numerosos ámbitos permiten, por ejemplo, segmentar palabras de acuerdo a un criterio en particular. Por describir una alternativa: la clasificación de palabras en función de cómo se acentúan permite diferenciarlas por palabras agudas, palabras graves y palabras esdrújulas.
Si pensamos en los animales y los dividimos en conjuntos según su alimentación, la clasificación da como resultado tres categorías: la de animales carnívoros, la de animales herbívoros y la de animales omnívoros.
También es posible hacer una clasificación de plantas en base a su utilidad y segmentarlas en plantas medicinales, plantas ornamentales, plantas alimenticias, etc.
Quien conserva en su hogar muchos trabajos discográficos, por otra parte, puede realizar una clasificación para organizar el material en música clásica, rock, pop o tango según corresponda, mientras que en una biblioteca es más organizado tener los ejemplares de acuerdo al género: por un lado las novelas, por otro los cuentos, en otro rincón los ensayos, en otro los libros de poesía, etc.
Desde otra interpretación, vinculada a la posición que un deportista o competidor logra en base a su esfuerzo, talento o preparación, se puede hacer referencia por ejemplo a la clasificación dentro del automovilismo. En este marco, antes de una carrera, los competidores suelen completar vueltas en un determinado periodo de tiempo, registrando las marcas logradas. Aquel que completa más rápido la vuelta será quien largará en la primera posición en la carrera.