Ejemplos de coevolución
Los expertos en Biología definen a la coevolución como una muestra de adaptación evolutiva que involucra a al menos dos especies y surge como consecuencia de una influencia y estimulación mutua donde hay espacio para la competencia, el parasitismo o la simbiosis, entre otras relaciones.
De acuerdo a los expertos que interpretan el concepto, es posible distinguir a la coevolución gen por gen (donde hay una selección natural de genes que condicionan los vínculos entre dos o más especies), a la coevolución específica (fenómeno gracias al cual los organismos presentan características especiales para favorecer la convivencia y adaptación al entorno), a la coevolución gremial (interacciones que involucran a agrupaciones de seres vivos con estructura de gremio), a la coevolución diversificante (modalidad que desencadena un aislamiento reproductivo) y a la coevolución que implica escape y radiación (con reacciones y consecuencias adaptativas).
Si centramos la atención en las coevoluciones que abarcan características mutualistas, por señalar una posibilidad, ganarán protagonismo los insectos y las plantas, ya que en ambas especies han existido ajustes o adaptaciones para poder generar la dependencia entre la vegetación y los polinizadores. Asimismo, puede entenderse como resultados de la coevolución de las plantas el crecimiento de espinas para defenderse de ataques y de formas especiales en sus hojas y tallos para favorecer la polinización.
Un depredador y su víctima, por otra parte, también evidencian rastros de coevolución ya que mientras el primero mejora su inteligencia, su velocidad y su precisión para cazar una presa, la presa experimenta evoluciones que le permiten resistir y poder huir con más habilidad.