Ejemplos de colonización
El acto y consecuencia de colonizar se conoce como colonización. Si bien tiene múltiples aplicaciones prácticas, este concepto se aprovecha siempre para dar idea de ocupación de un territorio o de dominación o conquista de un espacio.
En la vida real, por ejemplo, puede surgir un panorama de colonización económica a raíz de intercambios desiguales entre dos naciones o lugares que evidencian una situación de dependencia en una de las partes involucradas.
A lo largo de la Historia, asimismo, han existido múltiples casos de colonización, entre las que se pueden mencionar a la colonización griega (un proceso que abarcó diferentes etapas y llevó a ocupar porciones considerables de las costas ubicadas en Asia menor), a la colonización romana (que abarcó Asia, Europa y África), a la colonización fenicia (fenómeno que tuvo lugar en islas, penínsulas y puertos vulnerables y no tuvo conquistas de territorios en el interior) y a la colonización portuguesa de América (que se inició por motivaciones estratégicas y económicas), entre muchas otras.
Tampoco se puede pasar por alto la colonización española de América, una estrategia impulsada por la Corona de Castilla para conseguir nuevas tierras y, además de repoblarlas, administrarlas.
Más allá de las personas, es interesante tener en cuenta que también hay otros seres vivos que dan muestras de colonización, tal como ocurre con las hormigas, una especie que se distribuye a nivel mundial y, al volverse plaga, genera alteraciones en los sitios donde lleva a cabo la colonización ya que destruye vegetación y modifica la densidad y el comportamiento del resto de las especies que habitan en la zona.