Ejemplos de comensalismo
Al observar la naturaleza y prestar atención a los vínculos e interacciones que se producen a diario en un hábitat logramos tener evidencias, por ejemplo, de casos de comensalismo. Cabe recordar que con esta palabra se identifica a una clase de lazo simbiótico en el cual una de las partes obtiene un beneficio y la otra no resulta beneficiada pero tampoco sale perjudicada.
Hay muchas realidades que se engloban dentro de la categoría comensalismo y es interesante indagar en el tema para descubrir asombrosas condiciones que tienen lugar en el medio ambiente. A modo de referencia, podemos mencionar a las aves que hacen sus nidos entre las ramas de un árbol: mientras que el árbol no experimenta cambios por dicha acción, los pájaros tienen un lugar protegido y seguro para conservar sus huevos y mantener a salvo a sus crías.
También el vínculo que se genera entre el pez marino conocido como rémora y los tiburones a los cuales estos peces se adhieren da cuenta de otro caso de comensalismo. En esta situación, las rémoras se benefician no sólo con el traslado sino también al alimentarse con los restos de las presas capturadas por el tiburón, pero éste no saca ventajas ni soporta consecuencias por esta realidad.
El comensalismo, de igual modo, se hace evidente cuando los cangrejos ermitaños se introducen en una concha de caracol ya vacía con fines de protección o cuando una planta se desarrolla en el tronco de un árbol, dado que la planta consigue soporte y la otra parte no experimenta variaciones.