Ejemplos de comodato
Para comprender qué es, en la práctica, un comodato primero es fundamental tener conocimientos (aunque sea básicos) de Derecho. Es que así se define en ese marco al contrato a través del cual se acuerda otorgar o recibir (según cada caso) algo por tiempo determinado y de manera prestada, es decir, con la obligación de restituir dicho elemento al terminar el trato.
En la vida cotidiana, podemos beneficiarnos o participar en diversos contratos de comodato. Por señalar una posibilidad: alguien contrata en su hogar un servicio de Internet. La empresa, en esas circunstancias, le otorga al cliente en comodato un módem: cuando sea dado de baja el servicio, por lo tanto, la persona deberá devolver el aparato que le fue cedido durante todo ese tiempo.
Una situación similar ocurre al contratar un servicio de televisión por cable en alta definición: cada abonado, por parte de la compañía proveedora, recibe en comodato un decodificador. Al finalizar el contrato (cualquiera sea la razón), el cliente está obligado a devolver el equipo.
Otros casos que permiten comprender de manera sencilla qué es el comodato:
– El dueño de un almacén compra una cierta cantidad de café a una empresa. La compañía, en comodato, le cede una máquina de café expreso.
– Una familia contrata a un proveedor de agua potable envasada para tener en el hogar muchos litros a su disposición. En comodato, la firma le otorga un dispensador para evitar la manipulación constante del bidón, evitando así incomodidades, pérdidas de tiempo y esfuerzos de peso.