Ejemplos de conflictos escolares
Los conflictos, cuando algo no está en armonía y se producen entonces desequilibrios, pueden registrarse en cualquier momento y lugar. No importa si se trata de conflictos laborales, familiares, sociales o escolares: en todos los casos es necesario una medida que permita la resolución de los conflictos de la manera más rápida y sencilla posible para no extender los problemas en el tiempo ni dejarlos llegar hasta límites dañinos.
Si nos centramos en los conflictos escolares, podremos distinguir una gran cantidad de situaciones que afectan a estudiantes de todas las edades. Como las peleas son frecuentes entre los chicos, es normal que el docente deba intervenir para generar una reconciliación entre dos o más niños que han discutido o peleado por algo, pero cuando el asunto se vuelve más complejo y hay agresiones sistemáticas hacia alguien, el caso debe llegar hasta las autoridades y poner a los padres de los involucrados en conocimiento del tema para, entre todos, arribar a una solución. En este sentido, no hay que perder de vista que el bullying (o acoso escolar) existe y puede provocar en la víctima desde depresión y baja autoestima hasta sentimientos negativos e incluso ideas de suicidio. Burlarse de alguien por su exceso de peso o su estatura, molestar al más tímido de la clase o golpear a alguien por su aparente belleza física son acciones que no deben permitirse ni dentro ni fuera del ámbito escolar.
Hay que tener presente, de todas formas, que los conflictos escolares no sólo surgen por violencia o discriminación entre pares. La rebeldía adolescente o el abuso de autoridad por parte de un educador, en este marco, también pueden disparar conflictos entre profesores y alumnos.