Ejemplos de cooperativas
El término ‘cooperativa’ funciona como sinónimo de cooperativo y se aprovecha para describir, en femenino, a aquello que contribuye o ayuda a realizar algo. Una sociedad cooperativa, en concreto, se organiza en conjunto con varias partes de una cadena productiva y se logran utilidades y beneficios comunes a todos los socios (productores, comerciantes y consumidores).
Existen a nivel mundial, por ejemplo, radios cooperativas. Se trata de medios de comunicación armados, desarrollados y administrados por un conjunto de gente que desea tener voz propia y hacerse escuchar, difundiendo contenidos específicos y satisfaciendo sus necesidades y deseos grupales.
Para que la noción resulte más sencilla de comprender, detallaremos un caso práctico: se constituye en una ciudad una cooperativa que brinda servicios de electricidad. Todos los socios, abonando un determinado monto de dinero, son miembros de esa entidad social y, por lo tanto, tienen poder de decisión para la gestión de la misma. En este marco, no hay un único dueño y cada participante, al mismo tiempo, es usuario o consumidor de la prestación y parte activa de la cooperativa.
Otra posibilidad: para garantizar la educación de los niños, en una localidad X varios padres y numerosos docentes resuelven llevar adelante una escuela cooperativa. Nadie es dueño particular de esta institución, sino que todos los involucrados son responsables del establecimiento. El cooperativismo y la autogestión son las bases fundamentales de este proyecto educativo que apunta a lograr solidaridad, tolerancia e igualdad: por eso hay allí útiles comunitarios y criterios pedagógicos para estimular la autovaloración, la responsabilidad, la participación, el conocimiento práctico y el compromiso con la realidad.