Ejemplos de coordinación
El acto de coordinar algo se define como coordinación. Los expertos en Gramática, por su parte, interpretan a la coordinación como el vínculo existente entre grupos de palabras que comparten una misma categoría jerárquica. En este marco entran en juego coordinaciones copulativas (“No habrá clases ni lunes ni martes”), la coordinación disyuntiva (“¿Lo apruebas o lo rechazas?”), la coordinación adversativa (“Desconfié de él pero no imagine tanto horror”), la coordinación consecutiva (“Me dolía la cabeza, por eso falté a clases”), la coordinación explicativa (“La caja estaba vacía, es decir, no había nada dentro de ella”) y la coordinación distributiva (“Ya camina, ya intenta hablar…”).
De abordarse desde la Anatomía, en cambio, aparecerán entre las alternativas a tener en cuenta la coordinación muscular (que permite, por ejemplo, extender o mover los brazos y las manos para sujetar un balón lanzado por otra persona, tocar instrumentos musicales, saltar y correr, etc), mientras que en la teoría de juegos se contemplan actividades y pasatiempos donde se requieren coordinar estrategias y roles para ganar.
En situaciones de emergencia, por ejemplo, la coordinación entre las personas y organismos intervinientes es fundamental. Si no hay coordinación entre policías y bomberos en caso de un incendio, por señalar una posibilidad, se entorpecen las tareas porque al no cortar la calle en tiempo y forma se acumula gente que no permite el rápido accionar de los bomberos, se pierden minutos valiosos para controlar o extinguir el fuego, no puede llegar ni salir rápido la ambulancia con heridos y, en definitiva, resulta difícil desplegar un operativo eficiente para resguardar la vida de la mayor cantidad de gente posible y salvar a quienes resulten perjudicados.