Ejemplos de cualidades
Cada persona tiene cualidades, es decir, rasgos innatos o adquiridos, que la vuelven única. De ampliar el alcance de este concepto, podremos determinar que todo (desde un ser vivo hasta un objeto) tiene cualidades que marcan una distinción frente al resto.
Aquellos que valoran las propiedades de los alimentos no sólo en materia de nutrición no se cansan de elogiar, por ejemplo, las cualidades del ajo. Según señalan, este producto no sólo aporta sabor a cualquier preparación sino que también ayuda a bajar los niveles de colesterol, minimiza el riesgo de sufrir un problema coronario y reduce las posibilidades de tener coágulos sanguíneos.
Algo similar ocurre entre quienes recomiendan el uso de la menta por las cualidades medicinales de esta planta que se destaca como un relajante natural del aparato digestivo, es beneficiosa para el aparato respiratorio en cuadros de congestión nasal y recomendable para uso tópico frente a picaduras y ciertas heridas por sus propiedades antisépticas y bactericidas, por señalar algunas.
Un docente, por su parte, puede evaluar las cualidades de todos sus alumnos y proponer como abanderado no al que tiene mejor promedio sino al estudiante que se destaca por ser metódico, aplicado, perseverante, respetuoso, humilde y decidido.
Un buen ejercicio de autoconocimiento, asimismo, es examinar nuestras fortalezas y debilidades para reconocer nuestras cualidades tanto positivas como negativas a fin de mejorar ciertos aspectos y potenciar o aprovechar otros. Por ejemplo: alguien puede ser muy inteligente y creativo pero, al mismo tiempo, inconstante para el desarrollo de una tarea. Esforzarse en conseguir estabilidad puede dar buenos resultados si se aprovechan las buenas cualidades.