Ejemplos de dadaísmo
La teoría indica que el dadaísmo es el nombre que identifica a un movimiento de carácter vanguardista y motivaciones artísticas que surgió en tiempos de la Primera Guerra Mundial. Esta corriente, que inspiró el desarrollo de vías de expresión vinculadas a la irracionalidad, se caracterizó por negar y oponerse a los cánones estéticos implantados hasta entonces.
Al pensar en dadaísmo, sus representantes y manifestaciones, no podemos dejar de citar nombres importantes dentro de esta escuela, como el caso del escritor Tristan Tzara (nacido en Rumania y fallecido en Francia), creador de obras como “El rostro interior”.
En suelo argentino, uno de los representantes del dadaísmo fue el artista nacido en la ciudad de Mar del Plata Federico Manuel Peralta Ramos. Este creativo, tras obtener la Beca Guggenheim, ofreció un banquete para amigos y, orgulloso, aseguraba respecto a dicho acontecimiento que Leonardo Da Vinci pudo haber pintado “La última cena” pero fue él quien la ofreció.
Otra personalidad importante que permite comprender de manera concreta qué es y qué ha sido el dadaísmo es la de Marcel Janco, arquitecto y pintor israelí que participó en la fundación de “Artistas Radicales”, una agrupación que marcó el inicio del dadaísmo. El poeta alemán Hugo Ball, por su parte, también contribuyó con sus textos a expandir y profundizar el dadaísmo. A él se lo recuerda por la redacción, en 1916, del “Manifiesto inaugural de la primera velada dadá”.
En Chile, el dadaísmo fue cultivado por artistas como Joaquín Edwards Bello, escritor recompensado con galardones como el Premio Nacional de Literatura que enriqueció al mundo de las letras con trabajos como “Metamorfosis”, un libro de contenido poético donde se advierten inspiraciones dadaístas y ultraístas.