Ejemplos de denotación
La denotación surge de la acción y el efecto de denotar, es decir, de indicar, anunciar o presentar de forma objetiva. Por las características que le impone su significado, este término se opone al de connotación.
En otras palabras, la denotación hace referencia a la acepción concreta de un vocablo porque lo aborda sin simbolismos ni pretende jugar con las interpretaciones. Así, pues, es posible hallar numerosos casos de denotación y connotación al hacer foco en las marcas comerciales.
Una tienda bautizada como “Mujeres Guapas”, por ejemplo, posee un sentido denotativo que apunta al nombre que la identifica como tal, mientras que el aspecto connotativo invita a entenderla como un local de ropa femenina pensado para damas que desean sentirse bellas.
Claro que fuera de los emprendimientos comerciales también es posible realizar análisis denotativos y connotativos. Frente a un babero, por ejemplo, se puede destacar como denotación su significado como prenda que se le pone a los niños de corta edad sobre el pecho para evitar que se manchen la ropa al comer o beber, pero adjudicar como elemento connotativo la idea de recomendar dicho producto de manera simbólica a un padre orgulloso de su hija o próximo a tener un descendiente.
El proceso de denotación, asimismo, permite entender el concepto de bebé como una palabra que describe a un ser humano de escaso tiempo de vida, mientras que la connotación puede acercarlo a sensaciones placenteras y a emociones gratas marcadas por la ternura, la fragilidad, el amor y la suavidad.