Ejemplos de descripción topográfica

26 mayo, 2015

Todo lo que nos rodea, incluso hasta aquello que no podemos observar con nuestros ojos, puede ser objeto de una descripción. En EjemplosDe.com.mx ya hemos ofrecido referencias sobre descripciones literarias, descripciones de personas, descripciones científicas y descripciones de puesto pero aún quedan categorías por explorar. Por eso en esta ocasión centraremos la atención en las descripciones topográficas.

descripcion-topograficaAntes de proponer casos que permitan comprender de manera sencilla qué es una descripción topográfica es importante recordar que la topografía es el arte de detallar y narrar con precisión las características de un terreno o lugar.

Se trata de un recurso que le permite a alguien, en el rol de observador, resaltar rasgos propios del sitio o paisaje que contempla. Por señalar algunas posibilidades enmarcadas en la categoría de descripción topográfica:

“La suave brisa llevaba el mensaje del viento como un susurro. Las hojas de los añejos árboles ensayaban movimientos cada vez que la corriente llegaba hasta ellas que, pese al estímulo, resistían unidas fuertemente a las ramas. Todo parecía estar ubicado con precisión en esas hectáreas de pasto crecido: un puente de madera, como salido de un cuento, uniendo los territorios que el río se empeñaba en separar; algunos animales alimentándose bajo los tibios rayos de sol y, a lo lejos, una cabaña con techo a dos aguas para completar el paisaje campestre…”

“La ciudad que hasta hace un mes era un centro turístico de ensueño, está devastada. El terremoto, en poco más de un minuto, destruyó todo lo que había llevado cientos de años construir y truncó para siempre los sueños de millones de personas. La vieja iglesia del pueblo, ya sin sus bellos grabados ni su cúpula, es ahora un cementerio de escombros. La plaza principal, que siempre lució alegre y colorida, perdió las risas y los juegos y encontró tristeza y resignación. Imposible resulta distinguir, en este caos de polvo y olor fétido, las calles y las veredas. Tampoco se logra advertir con precisión cuánto queda del paisaje original y cuál es el futuro del pueblo: objetos cotidianos a la deriva, en estado de abandono; cuerpos agotados con semblantes desbordantes de amargura; coches aplastados, viviendas sin paredes o ventanas, troncos de árboles atravesados en lo que supo ser una calle y alguna que otra prenda de vestir o un calzado por la mitad son todo lo que ven mis ojos ahora”.