Ejemplos de desequilibrio ecológico
Cuando se quiebra la armonía natural y, por lo tanto, se altera y desorganiza el medio ambiente se produce un cuadro de desequilibrio ecológico. Este panorama está marcado por transformaciones drásticas en la naturaleza que ponen en riesgo el bienestar de todos los seres vivos y hasta atentan contra su conservación.
Los desequilibrios ecológicos, indican los expertos en estas temáticas, pueden generarse por cuestiones naturales pero también por acciones perjudiciales que el hombre lleva adelante sin tomar conciencia (o sin darle al tema la importancia que merece) acerca del daño que le hace al planeta con determinadas actividades.
El cambio climático, por ejemplo, es uno de los grandes responsables de los desequilibrios ecológicos. Al modificarse climas típicos, numerosas especies se ven obligadas a emigrar hacia sitios más fríos o cálidos según cada caso, pero muchas no logran readaptarse: como consecuencia de esto, la extinción de múltiples seres vivos es una posibilidad certera.
El calentamiento global es parte de esta realidad agudizada por los cambios en el clima: hay sequías e inundaciones que llevan a la muerte a diversos animales y destruyen vegetaciones, se incrementa la temperatura del agua en los océanos trastornando la vida de los organismos acuáticos, se derriten los glaciares… Todos fenómenos que derivan en fuertes desequilibrios ecológicos con consecuencias graves y, en varios casos, irreversibles.
El ser humano, en tanto, agrava un problema que ya de por sí es preocupante al avanzar con prácticas dañinas como la caza indiscriminada, la tala de bosques y la contaminación en todas sus formas.