Ejemplos de dicción
La forma de decir algo, la manera de expresarse y el modo de organización y pronunciación de las palabras para transmitir un mensaje ya sea por escrito u oralmente se define como dicción.
Hay, al momento de armar una oración, vicios de dicción que atentan contra la coherencia y la claridad del mensaje. Entre estos fenómenos aparecen la cacofonía (producida por el empleo de sílabas o palabras de pronunciación similar, como se advierte en enunciados como “Hubo muchos choques bruscos y ahora me asusto todo el tiempo” o “Tomate un te de menta y andate temprano”) y los barbarismos (basados en la escritura incorrecta o mala pronunciación de vocablos, como ‘captus’, ‘dotor’, ‘haiga’, etc).
También es importante tener en cuenta que los problemas de dicción son muy frecuentes en la infancia, por eso hay que prestar atención a los niños cuando comienzan a hablar para poder detectar y corregir a tiempo inconvenientes para pronunciar letras como la ‘R’, la ‘D’, la ‘P’ o la ‘G’. En este marco, es usual que a temprana edad se tengan complicaciones para pronunciar palabras como “perro”, “domingo”, “grueso”, “profundo”, “soplar”, “cangrejo”, “gracioso”, “arroz”, “piedras”, etc. Con ejercicios que incluyen el enunciado de trabalenguas (“Atraparon en Transilvania a tres tigres traviesos que treparon la torre para comer trufas”, “Un rubio rudo rompió rejas arrojando rocas para robar reliquias”) y otros recursos, los profesionales pueden ayudar a la persona a tener una dicción adecuada.
Quienes estudian Locución, por su parte, entrenan la voz y se capacitan para tener una dicción clara y apropiada.