Ejemplos de difusión
El acto y la consecuencia de difundir (propagar, divulgar algo) se conocen como difusión. Hoy en día, a raíz del poder de influencia de las redes sociales y a la gran cantidad de usuarios que se conecta a Internet en todo momento y lugar, el alcance de la información es ilimitado y la difusión de contenidos de produce de manera inmediata.
La difusión de un video a través de un programa de televisión o la difusión del identikit de un sospechoso por medio de periódicos impresos y sitios web, por ejemplo, puede multiplicar en pocos minutos la cantidad de personas que accede a dichos datos. A veces, la rápida difusión permite resolver un tema y tener efectos positivos (con la difusión masiva de la fotografía de una joven perdida aumentan las chances de localizarla sana y salva, por señalar una posibilidad a modo de referencia) pero, en otras ocasiones, la difusión de algo persigue objetivos maliciosos (alguien, para tener popularidad o recibir dinero o favores, extorsiona a alguien famoso amenazándolo con difundir un video de alto voltaje erótico, por ejemplo).
Asimismo, hay campañas de difusión masiva para concientizar a la comunidad sobre diferentes temas, como por ejemplo los derechos de los niños enfermos de cáncer, los beneficios de la lectura, el autismo, el matrimonio igualitario, los métodos disponibles para prevenir enfermedades de transmisión sexual, la educación vial, etc.
Lejos de estas interpretaciones aparece la difusión molecular, marco en el cual pueden reconocerse la difusión intersticial, la difusión sustitucional y la difusión neta.