Ejemplos de digestión
El acto y consecuencia de digerir algo (tragarlo, tolerarlo y transformar el producto para que pueda ser asimilado dentro del organismo) se conoce como digestión.
Si como consecuencia de una enfermedad o trastorno digestivo no se produce una correcta absorción de los nutrientes, entonces el individuo se ve afectado por las consecuencias de una mala digestión. Cuando el proceso de digestión es lento no se termina de digerir la totalidad de los alimentos y entonces aparecen síntomas como la pesadez, el reflujo, las náuseas y la sensación de dolor o ardor en la boca del estómago. Alguien que ha comido rápido y en exceso, no ha masticado bien los alimentos o sufre un pico de estrés probablemente desarrolle un cuadro de mala digestión.
Para no entorpecer el proceso normal de digestión y no padecer inconvenientes, mucha gente suele recomendar esperar aproximadamente dos horas después de comer para darse un baño o entrar a una piscina. De acuerdo a los expertos, no es que el agua sea contraproducente, pero si no se respetan los tiempos del organismo para asimilar la comida puede correrse el riesgo de malestares gástricos, visión borrosa, desvanecimientos y mareos.
Por otra parte, es interesante analizar el caso de las serpientes, que no realizan el proceso de masticación y se tragan enteras a sus presas, aún cuando se trate de un animal que la supere ampliamente en tamaño. Tras realizar la ingesta, la serpiente se ve obligada a quedarse quieta y descansando para poder completar la digestión, que puede prolongarse por días o meses según la cantidad de comida ingerida.