Ejemplos de digresión
La teoría establece que se produce digresión cuando, en la práctica, alguien quiebra el sentido de su relato o discurso sorprendiendo con contenidos que no se vinculan ni conectan con el tema principal que dio origen a la presentación.
Se trata de una figura literaria que, en el marco de la retórica antigua, carecía de utilidad pero que, con los años, se convirtió en un gran recurso para dilatar tramas y despistar al público con comentarios o datos que no guardan relación directa con la información que se venía dando.
La digresión puede ser una divertida manera de narrar y permitirse pequeñas libertades para cambiar el ritmo y la estructura de un texto, conferencia, etc.
Por señalar un caso hipotético de digresión que podría llegar a encontrarse en alguna obra de ficción:
“La estudiante evitó en ese momento confrontar con su profesor y se dirigió a la comisaría, el lugar más apropiado para exhibir las evidencias que, en el conflicto de intereses, le daban la razón a ella. Ya bastante habían luchado las mujeres por el género a lo largo de la Historia para conseguir igualdad de derechos, respeto y justicia, generando con sus luchas sociales y movilizaciones masivas cambios de raíz en la sociedad. Los tiempos cambiaron y, así como hubo quienes pudieron por primera vez ejercer su derecho a voto, acceder a un puesto de poder o impulsar leyes beneficiosas para las mujeres trabajadoras con hijos, Victoria ahora tenía la fuerza, el valor y la contención necesaria para desenmascarar a ese hombre que simulaba tener una gran sensibilidad pero que, en verdad, tenía un corazón de piedra y una mente perversa.”