Ejemplos de divisiones de polinomios
La operación aritmética que se opone a la multiplicación, como sabrán muchos de ustedes, se conoce como división y consiste en determinar por medio de un procedimiento que involucra a un dividendo y a un divisor cuántas veces un número está contenido en otro.
Para llevar a cabo el proceso de la división se pueden utilizar números enteros, números racionales, números reales y números complejos (de una o más cifras), así como también es posible concretarlo en base a monomios y polinomios.
Claro que antes de trabajar con alguno de estos elementos, conviene saber sus características ya que, si bien la lógica de la operación es siempre la misma, su desarrollo varía en función de cada clase de cifra.
Si se opera con polinomios (expresión que hace referencia a dos o más términos algebraicos unidos por los signos de adición y sustracción), por ejemplo, se los deben ordenar en relación a una letra específica y se divide el primer término del dividendo con el primer término del divisor. A la vez, se multiplica el cociente por cada término del divisor y este resultado se resta del dividendo.
A la diferencia que se obtiene, dicen los expertos, se le añade el siguiente término del dividendo y se repite el procedimiento anterior hasta que se haya logrado dividir todos los términos del dividendo.
Para resumir esta explicación, los especialistas en esta clase de operaciones suelen establecer que hay dos polinomios P (dividendo) y Q (divisor). El grado de P siempre debe ser más elevado que el de Q, y el grado de éste mayor o igual a cero para que surjan dos nuevos polinomios: C (cociente) y R (resto):