Ejemplos de dolo
Dolo es un vocablo muy asociado al Derecho por todas las clasificaciones que, en un acto jurídico, le sirven a los abogados para encuadrar un delito o defender a alguien pero, en la vida cotidiana, es posible aprovechar el término a nivel general para hacer referencia a una simulación, un engaño o un fraude.
Los expertos en cuestiones legales conocen al detalle las categorías de dolo (dolo bueno, malo, eventual, dolo directo de primer o segundo grado, etc). Hoy, para la información sea fácil de comprender por toda clase de lector, no apelaremos a expresiones complejas sino que trataremos de explicar con ejemplos sencillos qué y cómo es un dolo.
Se describe como dolo directo de primer grado, por señalar una posibilidad, al hecho de que una persona con deseos de matar a un individuo tome un arma, dispare contra el cuerpo de su rival y, efectivamente, le provoque el fallecimiento.
Cuando se actúa de mala fe y con intenciones malignas por comprometerse a algo que no se está dispuesto a cumplir por motivaciones estratégicas en el establecimiento de un contrato, en cambio, adquiere relevancia el dolo contractual.
Muchas noticias policiales que se difunden a diario, por otra parte, están vinculadas a una causa judicial donde, con frecuencia, surge la figura de homicidio simple con dolo eventual aunque se trate de algo muy difícil de aplicar porque es complicado reunir pruebas al respecto. De acuerdo a los especialistas en Derecho Penal, esto tiene lugar cuando se logra probar que el acusado de matar a alguien sabía con anticipación que, con una cierta forma de proceder, podía ocasionar un deceso y, aún previendo el resultado, siguió adelante con su accionar sin hacer nada para evitar una consecuencia irreparable. Puede ocurrir, por ejemplo, frente al caso de un joven que, alcoholizado, conduce un automóvil a alta velocidad para jugar una carrera con otro automovilista. En ese marco, tras pasar un semáforo en rojo atropella y le causa la muerte a una mujer que cruzaba por la senda peatonal.