Ejemplos de dolo eventual
A diario, al informarnos sobre casos policiales en los cuales se hace alusión a una o más personas fallecidas, solemos encontrar que los medios de comunicación citan la expresión “dolo eventual” como parte de la carátula de numerosas causas judiciales. Como no todos los lectores saben de qué se trata esta frase, hoy vamos a tratar de ejemplificar de la manera más simple y didáctica posible en qué consiste este tipo de dolo.
Hay varias teorías para tratar de darle un marco concreto al dolo eventual, pero analicemos los siguientes casos para comprender cómo se aplica en la práctica.
– Un joven trata de escapar de un control de alcoholemia a gran velocidad. En ese contexto, atropella y le causa la muerte a un agente encargado de controlar el tránsito. Como en la fiscalía que interviene en la causa, tras analizar la situación, dan por hecho que el conductor era consciente de que su maniobra y actitud podía derivar en el fallecimiento de alguien y, a pesar de ello, continuó con su estrategia, le han imputado el delito de “homicidio simple con dolo eventual”.
– Un hombre contratado por una empresa privada para manejar un ómnibus de larga distancia le cede su puesto a un joven sin experiencia ni habilitación para el transporte de pasajeros. Este muchacho pierde el control, avanza por el carril contrario y choca de frente con un camión. A raíz de esta irresponsabilidad, diez pasajeros fallecen y veinte resultan con heridas de diversa consideración. Al ser juzgado, el conductor que cedió su puesto es encontrado culpable de homicidio intencional con dolo eventual.