Ejemplos de donaciones
La solidaridad, el compromiso social y el deseo de contribuir de alguna manera a mejorar la realidad de alguien permiten que, a diario y en diversos rincones del mundo, se realicen donaciones.
En este momento, seguramente, una persona está mejorando la situación de otro ser a través de una donación y es emocionante que esto ocurra porque son gestos nobles dignos de imitar que ayudan mucho. Este acto desinteresado de asistencia al prójimo puede concretarse en una iglesia al llevar indumentaria y calzado en buen estado para que se distribuya entre los que menos tienen, en un comedor comunitario al regalarles alimentos no perecederos o en un hospital al que se lleven juguetes para los niños que se encuentran internados por múltiples patologías.
Con una entidad bancaria de por medio, además, se pueden hacer donaciones de dinero para colaborar con alguien que necesita ser intervenido quirúrgicamente en el extranjero o que perdió todo en un incendio, por describir dos posibilidades.
Tampoco se puede dejar de reconocer la sensibilidad y nobleza que tienen aquellos que hacen donaciones para ayudar a otro a superar un problema de salud. Hay gente que no duda en hacer donaciones de sangre (ya sea para un familiar o amigo o bien para alguien que no conocen) y familias a favor de la donación de órganos que, con una decisión dolorosa pero admirable en un momento de profundo dolor por la pérdida de un ser querido, permiten que muchas otras personas puedan seguir viviendo gracias a un trasplante.
La donación, incluso, puede ser de tiempo. Se pueden dedicar algunas horas para refaccionar o pintar una escuela rural, para compartir juegos con niños huérfanos, para visitar y colaborar en refugios de animales, para acompañar a adultos mayores a los que nadie visita en el hogar de abuelos o residencia donde se alojan, etc.