Ejemplos de efecto invernadero
“El océano Ártico podría ser la fuente de un gas de efecto invernadero”, “Entre 1990 y 2008 se incrementó en un 33,5 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero en Canarias” y “El país analiza la puesta en marcha de varias tecnologías que contribuirían a atenuar las consecuencias del efecto invernadero” son informaciones que suelen difundirse con frecuencia en diversos medios de comunicación, pero no siempre queda claro qué es lo que se quiere decir al pronunciar la expresión “efecto invernadero”. Por esa razón, en esta oportunidad definiremos el concepto y proporcionaremos ejemplos concretos que ayuden a entender mejor la frase.
En primer lugar, es necesario tener presente que la Real Academia Española (RAE) lo relaciona con un fenómeno caracterizado por el incremento de la temperatura de la atmósfera cercana a la corteza de la Tierra que se produce a raíz de la concentración de gases contaminantes (entre los cuales se pueden citar al metano, al óxido de nitrógeno y al dióxido de carbono) derivados de combustiones de tipo industrial.
Como en un invernadero la temperatura siempre es más elevada en relación al espacio exterior debido a que ingresa una cantidad mayor de energía de la que consigue salir, los expertos han decidido nombrar a esta circunstancia como “efecto invernadero” por la similitud que existe entre ambas realidades.
Al analizar este panorama y hacer foco en el cambio climático, numerosos especialistas han llegado a la conclusión de que la temperatura de nuestro planeta aumentará cada vez más mientras la concentración de los llamados gases de efecto invernadero se mantenga en aumento.
¿Por qué crece el número de estos gases dañinos? Pues, de acuerdo a los científicos que analizan esta clase de cuestiones, por la deforestación, las actividades agropecuarias y la quema de pastizales, entre otros factores.