Ejemplos de eficiencia
El idioma español se nutre en la actualidad de numerosas palabras cuyo origen está en el latín, tal como ocurre con eficiencia, un concepto derivado del antiguo término efficientĭa. Según avala la Real Academia Española (RAE), esta noción describe la capacidad para aprovechar y valerse de algo o alguien a fin de lograr un efecto específico.
Si bien este vocablo se emplea en múltiples ámbitos, a nivel general la idea de eficiencia se relaciona a una habilidad que le permite a un ser humano ser capaz de llevar a cabo de forma correcta una determinada acción. No se debe confundir su significado con el de eficacia, que hace referencia a la pericia que hace posible el resultado que se espera.
En el campo de la Física, se habla de eficiencia cuando se desea destacar en el marco de un procedimiento el vínculo existente entre la energía útil y aquella que se ha tenido que invertir.
Asimismo, para la Economía la eficiencia se evalúa dentro de un sistema económico cuando existe un determinado empleo de recursos para satisfacer ciertas necesidades. Así, pues, se puede decir que un modelo es eficiente cuando permite ofrecer más prestaciones y beneficios a una sociedad valiéndose del mismo tipo y cantidad de recursos que otro sistema. En este ámbito, además, los expertos suelen hacer uso de la expresión “eficiencia de Pareto” para referirse a un concepto también conocido como “optimalidad de Pareto” que alcanza a diversas ciencias sociales y a la ingeniería.
Otras clases de eficiencia: eficiencia de riego (en agricultura), eficiencia sanitaria, eficiencia estadística, eficiencia distributiva, eficiencia energética.