Ejemplos de ejercicios de contabilidad
Cuando uno cursa sus estudios secundarios generalmente recibe instrucción en múltiples áreas, sin importar qué carrera universitaria desea seguir cada alumno. Así, pues, aunque uno no pretenda ser contador ni se interese por las operaciones con números puede llegar a tener que resolver, entre otros asuntos, ejercicios de contabilidad.
Excepto en los casos de las escuelas orientadas a la Contabilidad, la enseñanza de esta disciplina que permite reconocer, organizar y controlar los movimientos contables de oficinas e instituciones tanto públicas como privadas es básica y sólo busca acercar a los estudiantes a una noción general para ampliar sus conocimientos.
Por esa razón, desde este espacio no profundizaremos en metodologías y procesos complejos sino que compartiremos con ustedes algunos ejemplos sencillos para que conozcan qué clases de ejercicios de contabilidad puede presentarles el profesor para que resuelvan.
Tras una explicación teórica, un educador puede ofrecer datos hipotéticos (inspirados, por ejemplo, en los ingresos, los gastos y las deudas de una determinada empresa ficticia) a fin de que los estudiantes sepan desarrollar de modo correcto los asientos contables (formularios de varias columnas donde se registran, entre otras referencias, el Debe y el Haber). Cuando ya se gana experiencia en esos ejercicios y se comprende su lógica, se suelen añadir dificultades para incrementar los conocimientos.
Así, entonces, llega un momento en que después de aprender a organizar todos los datos en el libro diario se desafía a calcular los saldos y a elaborar un balance, un informe que hace posible la confección del denominado asiento de regularización.