Ejemplos de electronegatividad
Para hallar casos concretos de electronegatividad primero hay que recordar que, según la teoría, esta palabra sirve para determinar la capacidad que tiene un átomo para atraer electrones en el marco de un enlace químico.
Según los especialistas en el tema, el elemento de la tabla periódica que posee más electronegatividad que el resto es el flúor (con 3,98), mientras que el francio (con 0,7) se caracteriza por ser el que menos electronegatividad tiene.
La masa atómica así como la distancia media de los electrones de valencia en relación al núcleo atómico son las magnitudes que permiten establecer qué nivel de electronegatividad tiene un átomo.
Si buscamos más datos sobre electronegatividad, hallaremos que el magnesio tiene 1,31 siendo superado, entre otros elementos, por el aluminio que tiene 1,61. La electronegatividad del zinc, en tanto, es de 1,65 mientras que la del cromo es de 1,66. Al prestar atención a la escala de Pauling (forma para establecer todas las medidas citadas en este artículo), también descubrimos que el hierro posee una electronegatividad de 1,83 y que el silicio, el cobre, el tecnecio y el renio comparten la marca de 1,9. Al analizar el mercurio, asimismo, se desprende una electronegatividad de 2: lo mismo ocurre con el polonio.
Ya acercándonos al extremo de mayor electronegatividad adquieren relevancia el boro (2,04), el fósforo (2,19), el rutenio (2,2), el plomo (2,33), el oro (2,54), el carbono (2,55), el azufre (2,58), el nitrógeno (3,04), el cloro (3,16) y el oxígeno (3,44) por enumerar otros ejemplos de electronegatividad.