Ejemplos de elementos naturales
La teoría indica que un elemento natural es algo que ha surgido a raíz de un proceso natural donde el ser humano no ha tenido intervención. Dada esta definición, resulta sencillo comprobar que todos, independientemente de dónde vivamos, estamos rodeados por elementos naturales que hacen de cada paisaje un entorno con características únicas dignas de ser apreciadas.
Son parte de este conjunto las condiciones meteorológicas y sus fenómenos (la lluvia, el viento, el sol, la nieve), la flora (la vegetación que crece en cada lugar con especies determinadas) y la fauna (animales típicos de cada región) porque ninguno de ellos ha sido creado por el hombre. Al explorar la naturaleza y prestar atención a cuestiones ecológicas y medioambientales notamos que, por señalar una posibilidad a modo de referencia, los panales que desarrollan las abejas para almacenar miel dentro de la colmena son elementos naturales.
Los recursos naturales que nos permiten satisfacer necesidades básicas, en tanto, constituyen una subcategoría dentro del amplio y variado grupo de los elementos naturales. Cabe recordar que se considera recurso natural a los servicios y bienes obtenidos de la naturaleza, algunos de ellos considerados como renovables (como el viento, la luz solar y la energía geotérmica) y otros como no renovables (el agua y el petróleo, por ejemplo).
Si tomamos el caso de los árboles y repasamos el uso que la humanidad hace de ellos, llegaremos a la conclusión que nacen como elementos naturales pero, al talarlos para aprovechar las maderas de sus troncos, pasan a ser considerados recursos útiles para múltiples fines.