Ejemplos de empatía
La idea de empatía se interpreta como la identificación que alguien puede experimentar respecto a lo que siente o piensa otra persona. Esta conexión nacida a partir de la capacidad individual de saber ponerse en el lugar del otro brinda la posibilidad de hacer propio el sentimiento ajeno, ya sea en circunstancias positivas y agradables como negativas y complicadas. Incluso, hay casos en los cuales se puede llegar a desarrollar empatía hacia los animales.
Las corridas de toros o el maltrato animal, por citar dos prácticas criticadas y repudiadas a nivel mundial, llevan a generar empatía con diferentes especies. Es, simplemente, un ejercicio de tratar de imaginar con la mente y sentir con el cuerpo qué ocurre con el ejemplar que el ser humano castiga y humilla: sentir pena por el dolor de estos animales y tratar de ayudarlos desde el lugar que uno tiene en la sociedad para que cesen las acciones que los perjudican. Así funciona la empatía.
El papa Francisco, por su parte, es elogiado por su empatía y humildad, dos características que le han permitido ganarse el corazón y la admiración de multitudes. Aún quienes se resisten a creer en la Iglesia reconocen en el Santo Padre argentino a un hombre con buenos valores que habla con respeto, sinceridad y simpleza. Francisco, con su modo de actuar y de expresarse, se acerca al pueblo y, de este modo, logra que más fieles renueven su fe porque se sienten identificados con su humildad, comprendidos por la Iglesia y tenidos en cuenta por la figura de su Santidad.