Ejemplos de enlaces iónicos
Para poder hallar ejemplos de enlaces iónicos primero es fundamental repasar la teoría para saber concretamente cuál es la particularidad fundamental de este conjunto. Al respecto hay que destacar que, de acuerdo a los expertos en Química, un enlace iónico surge entre átomos a partir del acto de ceder y capturar electrones, según corresponda en cada caso.
Surge un enlace iónico, por señalar un ejemplo puntual, frente a una sal de fosfato, cuando un ion de carga positiva queda unido a átomos con carga negativa del ion. Asimismo, es posible hallar un enlace iónico al analizar la reacción de Chugaev, donde hay electrones de oxígeno, disulfuro de carbono, potasio y azufre que se combinan entre sí de diversas maneras. Al examinar el fluoruro de litio también comprobamos la existencia de un enlace iónico, al igual que ocurre al estudiar la composición del bromuro de potasio (KBr) o la del compuesto químico de carácter inorgánico conocido como fluoruro sódico (NaF), entre otras posibilidades.
Más allá de los casos mencionados líneas arriba a modo orientativo, tal vez la forma más sencilla y directa de comprender qué y cómo es un enlace iónico sea analizar la composición de la sal de mesa, compuesta por la combinación de un átomo de sodio con otro de cloro, donde el primero cede un electrón al segundo.
De profundizar los conocimientos sobre el tema, podrán adquirir relevancia además los enlaces iónicos del óxido de magnesio (MgO), el óxido de berilio (BeO) y el yoduro de potasio (KI), por enumerar otros.