Ejemplos de equidad
Varias son las interpretaciones que reconoce la Real Academia Española (RAE) en su diccionario para el concepto de equidad.
En primer lugar, indica que esta palabra hace alusión a una igualdad, equivalencia o simetría en el ánimo. También la propone para referir a la justicia natural y a la predisposición para obrar acorde a la conciencia o al deber. Otras definiciones presentan el término como la disposición del ánimo que buscar brindar aquello que merece cada uno y la moderación en las condiciones o precios de algo.
Como se advierte al repasar la teoría, la equidad apunta al equilibrio, a la paridad y a la consonancia entre dos o más elementos.
Se habla de equidad de género, por ejemplo, para marcar estrategias y medidas orientadas a garantizar la igualdad de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres. Para que no exista un género superior a otro, entonces, ambos deben poder acceder a las mismas oportunidades de trabajo con condiciones idénticas de contratación y remuneración, poder emitir su voto en regímenes democráticos, etc.
La equidad social, por otra parte, se logra cuando todos los sectores de la sociedad son parejos, es decir, cuando no hay supremacía de unos sobre otros y no hay desigualdades. Es un verdadero desafío mundial que se va a lograr cuando en cada nación todos los habitantes tengan las mismas chances de progreso, un mismo nivel de vida y nadie quede en una condición de inferioridad por no tener acceso a la salud, la educación o a la vivienda digna, por enumerar algunas posibilidades.