Ejemplos de fantasías
Con ayuda de la imaginación, a cualquier edad podemos motivarnos y hasta sorprendernos a nosotros mismos con las más asombrosas fantasías. Algunos tienen la fantasía de volar a gran altura como un ave o un avión; otros comparten la fantasía de seducir a una personalidad famosa o conquistar a alguien “imposible” y hay quienes poseen la fantasía de abandonar su vida normal (renunciar al trabajo, dejar su casa y familia) para irse a vivir a una isla desierta.
En el arte también está muy presente la fantasía, no solamente en títulos de canciones, libros o películas sino también en los contenidos, ya que la creatividad sin límites permite desarrollar un gran universo plasmado de sueños e ilusiones. Uno de los clásicos de Disney es la película animada “Fantasía”, donde aparece Mickey Mouse con apariencia de mago.
En la literatura, asimismo, podemos hallar rastros de fantasía al dejarnos cautivar por relatos como “El hobbit” de J.R.R. Tolkien, “Las crónicas de Narnia” de C.S. Lewis y “La historia interminable” de Michael Ende, por enumerar algunas alternativas. Al hacer alusión a la fantasía también adquiere relevancia la composición de Wolfgang Amadeus Mozart conocida en español como “Fantasía para un órgano mecánico”.
Y si buscamos otros usos del término, encontraremos referencias vinculadas a los accesorios que, por lo general, usan las mujeres para adornar sus manos, brazos, orejas o cuello con piezas que imitan a las joyas sin estar fabricados con metales preciosos. Hay en este marco aros (pendientes), brazaletes, pulseras, anillos y collares, por enumerar los productos más comunes.