Ejemplos de feedback

29 junio, 2012

El concepto que en inglés se conoce como feedback y que, en español, se traduce como retroalimentación se emplea en diversos ámbitos para describir vínculos que surgen entre un emisor y un receptor.

Así, pues, los expertos en cuestiones tecnológicas se valen de él para hacer referencia a un sistema en el cual las señales salientes se redireccionan hacia el punto de entrada u origen y los profesionales de la comunicación hablan de él cuando desean hacer mención a la devolución que el público, los críticos o los lectores les hacen tras ver, oir o leer sus mensajes.

Cuando se analiza el feedback, es decir ese “ida y vuelta” entre dos cuestiones, personas, aparatos o estructuras, es posible hallar un par de posibilidades: que esa respuesta sea positiva (y satisfaga las expectativas de la fuente emisora) o negativa (y que motive la necesidad de un cambio).

Si uno sabe manejar e interpretar el feedback, éste se vuelve constructivo y contribuye a mejorar o a revertir una determinada situación. De ahí la importancia de lograr y mantener el feedback para que el objetivo propuesto (ya sea en un circuito electrónico o en el marco de una conferencia) pueda concretarse con éxito.

A fin de no crear confusión, diremos también que el feedback es mucho más que una opinión ya que no se trata de una mera devolución personal, sino de una respuesta con valores agregados que surge tras prestarle atención a quien dio inicio al vínculo (ya sea al exponer una obra de arte o al pronunciar un discurso), procesar el mensaje recibido y poder poner en palabras precisas la evaluación o balance que se ha hecho de lo observado.