Ejemplos de fluidos
Cuando una sustancia se encuentra en estado gaseoso o líquido se la suele definir como un fluido. Este concepto, que tiene su origen en el vocablo en latín fluĭdus, posee además otros significados que permiten emplearlo en ámbitos relacionados, por ejemplo, a la Biología y a la Economía.
Según la Real Academia Española (RAE), se dice que un lenguaje es fluido cuando se advierte un uso sencillo y normal de la lengua, así como un factor financiero se define como fluido cuando resulta fácil de manipular.
Por otra parte, los expertos en Biología recuerdan que ciertos fisiólogos aprovechaban esta noción para nombrar a los denominados agentes hipotéticos, entre los cuales aparecía el fluido nervioso.
En relación a los fluidos que nuclean a los gases y a los líquidos, hay que decir que éstos son, hasta cierto punto, compresibles y poseen viscosidad. También, que de acuerdo a las particularidades que presenten pueden catalogarse como newtonianos y no newtonianos. Dentro del primero de los conjuntos mencionados se encuentra el agua, pero también el vino, ciertos aceites de raíces minerales y la gasolina ya que todos ellos presentan una viscosidad que se mantiene constante a lo largo del tiempo.
El grupo de los no newtonianos, en cambio, está conformado por fluidos como la miel, el barro, los pegamentos, la sangre, la salsa conocida como kétchup, la leche, la gelatina y los geles, por citar algunos, debido a que su viscosidad se altera en función de la tensión cortante y la temperatura que se le aplica.