Ejemplos de folklore
Toda sociedad posee tradiciones, creencias y costumbres populares que se intentan conservar a lo largo de los años, pasando de generación en generación, para no perder las raíces. De eso se trata lo que conocemos como folklore.
Este concepto, en la práctica, abarca actividades artesanales, rituales y manifestaciones artísticas con numerosos representantes en cada una de las categorías.
El folklore mexicano, por ejemplo, incluye danzas típicas y celebraciones masivas como la del Día de Muertos, mientras que el arte que nutre al foclore argentino tiene entre los máximos exponentes de todos los tiempos a Jaime Torres, Mercedes Sosa y al Chaqueño Palavecino, por indicar algunos músicos talentosos a modo de referencia.
La ciudad boliviana de Oruro, por su parte, se reconoce en Bolivia como la capital folklórica de dicho país. Allí es muy popular la celebración del carnaval, una fiesta colorida y alegre basada en expresiones propias de la cultura tradicional andina que la UNESCO ha declarado hace ya varios años como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Perú, en tanto, designó como capital del folclore peruano a Puno, la localidad donde cada mes de febrero tiene lugar la Fiesta de la Candelaria, evento que la UNESCO considera un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Podemos seguir haciendo foco en tradiciones de otras naciones que, en todos los territorios, encontraremos elementos típicos y manifestaciones folclóricas: Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Puerto Rico, Honduras, Estados Unidos… A lo largo y ancho del mundo el folklore le da identidad propia a los pueblos.