Ejemplos de fotorreceptores
Los expertos en Zoología describen como fotorreceptores a los órganos sensoriales y células que tienen la capacidad de captar luz generando en este marco el impulso nervioso que corresponde.
En la práctica, esta noción no solamente se asocia a los seres vivos, tal como se comprueba al analizar, por ejemplo, la estructura de una lectora de discos compactos (reproductores de CD). En este dispositivo, entre otras piezas, hay un emisor de rayos láser en el cabezal que posee un fotorreceptor (foto-diodo) cuya función es recibir el haz de luz que llega a rebotar en la superficie de los discos.
Si nos centramos en el cuerpo humano, por otra parte, descubriremos que en los ojos tenemos dos clases de fotorreceptores que se encargan de capturar la luz: los bastones y los conos. La información que captan las células fotorreceptoras, a través de un procedimiento denominado fototransducción, se transforma en señales eléctricas que llegan hasta el cerebro para que se complete el procesamiento de los datos.
Hay individuos que padecen un defecto en la vista conocido como daltonismo. Cuando hay carencia de los fotorreceptores retinianos del color rojo, el cuadro se define como protanopia, mientras que se hace alusión a la deuteranopia cuando los fotorreceptores de la retina que fallan o faltan son los del tono verde. La tritanopia, en tanto, no es muy habitual pero da cuenta de la ausencia de fotorreceptores retininianos para la variedad cromática del azul.
Por último, es interesante sumar como dato relacionado a los fotorreceptores que, en animales y plantas, existen los criptocromos, tal como se conoce a un tipo de fotorreceptor de luz azul que se vincula, por ejemplo, a la detección de campos magnéticos y al ritmo circadiano.