Ejemplos de función metalingüística
Una de las funciones que puede tener una lengua es la llamada metalingüística, un fin que facilita la comprensión de un mensaje o término en particular ya que hace hincapié en cuestiones referentes al idioma y aclara, por ejemplo, asuntos vinculados al código, las reglas y los componentes del lenguaje.
Esta clase de función, por lo general, se desarrolla a través de explicaciones y declaraciones, tal como se puede apreciar en los diversos ejemplos que aparecen debajo de estas líneas con el propósito de reflejar cómo se traduce la definición del concepto a una expresión o diálogo concreto.
“Necesidad primero se escribe con ‘c’ y luego con ‘s’”, “Cáscara es una palabra esdrújula que refiere tanto a la corteza de los árboles como así también a la cubierta exterior de huevos, frutas y otros elementos”, “Inteligente es un adjetivo que indica que un objeto o individuo posee sabiduría o pericia”, “Halla, del verbo hallar (encontrar, descubrir) lleva ‘ll’ pero si el vocablo posee una ‘y’, éste debe ser entendido como derivado del verbo haber, el cual denota deber, conveniencia o necesidad”, “La forma correcta de escribir la palabra prohibir es con una ‘h’ delante de la primera ‘i’ y con ‘b’”, “Hilo es un concepto derivado del latín filum que da nombre a la alargada y delgada hebra de una materia textil que se utiliza para coser” y “La tasa referente a la acción y efecto de tasar se escribe con ‘s’. Cuando este mismo vocablo evidencia una ‘z’ en reemplazo de la ‘s’, entonces apunta a la pequeña vasija con asas que se emplea para tomar líquido” son, pues, algunas de las oraciones que se enmarcan en la llamada función metalingüística.