Ejemplos de geles
Tal vez uses gel para moldear tu cabello y fijar el peinado elegido o tengas siempre cerca un frasco de alcohol en gel para utilizar cuando deseas desinfectar rápida y sencillamente tus manos en algún espacio público o tras estar en contacto con suciedad. Quizás, además, emplees geles de ducha para higienizar y perfumar tu cuerpo… Las alternativas son muchas porque es amplia e interesante la oferta en materia de geles.
A la hora de la intimidad, en tanto, hay quienes usan geles con propósitos lubricantes y geles espermicidas, mientras que para cuidar la piel (tonificarla, humectarla y ayudar a su regeneración) y aliviar síntomas de enrojecimientos, quemaduras o picaduras mucha gente recomienda el gel de aloe vera que, incluso, puede elaborarse de manera casera en el hogar. Quienes sufren contracturas o como consecuencia de la práctica de algún deporte padecen dolores e inflamaciones, por su parte, suelen mejorar su estado con geles antiinflamatorios de uso tópico.
Los geles para embellecer las manos con uñas gelificadas, los geles con poder reductor que ayudan a eliminar grasa en áreas determinadas (glúteos, abdomen), los geles decorativos disponibles en múltiples diseños para adherir a vidrios del hogar, los geles refrigerantes que permiten conservar productos en frío durante sus traslados y los geles de uso odontológico como el que permite eliminar caries sin provocar dolores ni molestias al paciente o los geles blanqueadores de dientes son otras variedades que demuestran cuán diverso puede llegar a ser un gel de acuerdo a las propiedades y usos que se le otorgue.