Ejemplos de germinación
Toda germinación surge del acto de germinar, es decir, del desarrollo desde la semilla de un vegetal o de la evolución y crecimiento de una idea, proyecto, etc.
Los niños en edad escolar, por ejemplo, realizan con frecuencia en el colegio o en su propio hogar un experimento con algodón como técnica de germinación. Se trata de un procedimiento sencillo que requiere pocos elementos muy fáciles de conseguir. Un frasco transparente que puede ser de plástico o vidrio, semillas (pueden ser porotos, lentejas, garbanzos o cualquiera que se consiga), papel secante y algodón son productos suficientes para, al cabo de unos días, tener el privilegio de ver cómo se desarrolla (germina) una semilla.
Ya en un plano de mayor complejidad para cultivos a gran escala, es necesario tener en cuenta variables como el terreno, la temperatura, el nivel de agua que recibe la tierra, etc. porque, por señalar una situación concreta, marcas térmicas bajas pueden derivar, por ejemplo, en cultivos desparejos (irregulares) y con diversas problemáticas de germinación y crecimiento.
Otro dato a tener en cuenta: la luz que llega desde la Luna y sus fases influyen en la germinación y el crecimiento general de las plantas de huerto y jardín, ya sea promoviendo su desarrollo o retrasando cada etapa, en especial en el marco de la agricultura ecológica donde no se utilizan sustancias químicas.
Por otra parte, es interesante señalar que para eliminar o minimizar la germinación de larvas de mosquito se realizan operativos de fumigación y se recomiendan productos especiales para hogares y espacios al aire libre.