Ejemplos de graffitis
Los graffitis (o grafitis, según admite la Real Academia Española en su diccionario) son manifestaciones a base de textos, firmas o dibujos que, por lo general, se realizan en la vía pública sin autorización.
Estas pintadas aparecen en múltiples espacios urbanos: desde paredones de edificaciones abandonadas hasta portones de viviendas particulares, postes de luz, unidades de transporte público (vagones de ferrocarril, autobuses) y estructuras de juegos y bancos de plazas, por enumerar algunas posibilidades.
Según el talento para el dibujo y la pintura de quien lo realice, el grafiti puede ser digno de admiración o una obra para el olvido pero siempre hay que tener en cuenta que, con excepción de las intervenciones artísticas planificadas en lugares concretos con finalidades específicas, no son trabajos que cuentan con la aprobación ni con el permiso de las autoridades.
Al observar grafitis en diversos rincones del mundo es posible advertir que muchas de estas creaciones son murales impactantes, con un nivel de realismo importante en las figuras dibujadas, que a veces son deportistas, otras artistas de renombre internacional, etc.
También es importante señalar que en ocasiones el grafiti es una vía de protesta, ya que hay un gran número de espacios públicos que quedan arruinados por frases de contenido político, denuncias anónimas y agresiones hacia ciertos líderes.
A nivel educativo, la técnica del grafiti es muy útil para fomentar la creatividad y el sentido de la estética sin descuidar los valores, las conductas ni los mensajes que se transmiten. Por eso, en ese contexto, los alumnos suelen embellecer paredes de sus establecimientos educativos con dibujos y enunciados relacionados a tradiciones, hábitos saludables y cuestiones de relevancia universal como la amistad, el amor, la solidaridad, etc.